El seguro y su relación actual con la crisis del Covid-19. La Responsabilidad Civil Profesional. La RC D&O.

En este aciago 2020 las cosas están cambiando con una rapidez inusitada, lo negativo en todos los conceptos -económico, financiero, laboral, familiar, personal, social, etc- está superando nuestras peores expectativas y nuestros miedos. Y la "segunda ola" si se cumple lo que los expertos pronostican puede ser aun peor, dejándonos en unos niveles de decrecimiento e inestabilidad desconocidos hasta ahora.

Es esta situación de incertidumbre, de emociones encontradas, de necesidad de "encontrar culpables", el proceso de reclamación ante lo que entendemos nos ha producido un perjuicio, un daño personal o material se está disparando tanto en el número como en la cuantía de las indemnizaciones exigidas. Este proceso de "reclamaciones" que ya habíamos visto incrementarse de forma paulatina desde 2008, está tomando unos niveles que el Seguro no podía prever hace tan solo un año. Así las aseguradoras están implementando una serie de medidas  tendentes a reducir el impacto de esta situación en sus maltrechas ya cuentas de resultados.

Este proceso es doble -o debería serlo, aunque veremos que muchas se decantan sólo por lo fácil-, por un lado el endurecimiento de criterios de contratación o renovación y el encarecimiento de precios (parte negativa), por otro mayor acercamiento al cliente, facilidades de pago, mejoras en la atención de siniestros, adaptación de coberturas y garantías (parte positiva).

La situación descrita tiene una mayor incidencia dentro del ramo de Responsabilidad Civil y en él y por este orden, la Responsabilidad Profesional en primer lugar, y la Responsabilidad de Administradores y Altos Cargos (D&O).
En el tema de la Responsabilidad Civil Profesional es ahora más que nunca cuando los profesionales deben contar con un contrato adaptado a su actividad que les proteja por errores u omisiones que puedan suceder más que nunca, sobre todo porque el nivel de las demandas, en muchos casos, pone en serio riesgo la estabilidad patrimonial de las empresas reclamadas, abocándolas incluso a desaparecer. 
Cada día que pasa los profesionales están más expuestos a una posible reclamación y a las consecuencias económicas derivadas de ésta. Sus Seguros deben dar cobertura a una  hipotética indemnización a un tercero  derivada de un error profesional, sí, pero además contar con defensa jurídica, el depósito de una fianza judicial, sanciones, incluso negociar garantías de cobertura contractual ya que las no contractuales están cubiertas de entrada. Y, por supuesto la póliza ha de ser lo más ajustada a las circunstancias específicas de cada profesión o especialidad, disponer de un capital suficiente  y que no dejar periodos temporales sin cobertura (mucho ojo en los cambios de aseguradora con las fechas de retroactividad, a veces un mal asesoramiento profesional de un "mediador" puede suponer un enorme perjuicio si se produce una reclamación por un echo anterior a la entrada en cobertura de la nueva póliza, la actual aseguradora no se hace cargo, la anterior, ya cancelada, tampoco).

En la actualidad las coberturas principales suelen acompañarse de otras garantías incluidas de alto interés como asistencia psicológica, pérdida del hombre clave, indemnizaciones por asistencia a juicio, inhabilitación, etc.

En cuanto a la Responsabilidad D&O, hemos de decir que se está viendo afectada en grado sumo por fusiones, adquisiciones, cambio de Socios o Administradores, modificaciones de los Capitales Societarios, internacionalización, concursos de acreedores, etc. Si ya era habitual que las reclamaciones a la empresa se vieran acompañadas de reclamaciones personales a sus directivos, ahora lo vemos a diario. Las aseguradoras no especializadas en "riesgos financieros" -las generalistas- que, en tiempos de bonanza se habían lanzado como locas a ofertar este ramo, están viendo desbordadas sus peores previsiones de siniestros y, al personal para atender siniestros, por lo que nos estamos encontrando con "cancelaciones preventivas" y nueva toma de datos y solicitudes de estados financieros, endurecimiento de las condiciones y subidas de primas, en ocasiones de forma desproporcionada. 
Mucho ojo también con la figura de la retroactividad ya comentada, puesto que afecta también, y mucho, en esta modalidad, en la que las indemnizaciones solicitadas van, directamente, contra el patrimonio personal de Administradores y Directivos. No hablamos ya "sólo" de pérdidas empresariales, sino del patrimonio personal o familiar de las personas físicas.

Por último, además de recomendar siempre dejarse aconsejar por un buen Corredor de Seguros especializado tanto en la revisión de contratos existentes como en nuevas contrataciones, es muy importante que la aseguradora elegida para proteger le futuro de la Empresa y de sus personas, tenga capacidad de respuesta internacional tanto en los diversos países como en los importes de cobertura que suelen exigirnos cuando comenzamos a operar fuera de España, usualmente superiores a los exigidos aquí.

Desde Coteco estamos a vuestra disposición siempre para cualquier consulta que nos queráis plantear. Estaremos encantados de ayudaros. 

Saludos cordiales.

 





Comentarios

Entradas populares de este blog

Una medida laboral para mantener el empleo a aplaudir, pero.....

¿Responsabilidad Penal de las Empresas?

El CIBER RIESGO. Tenemos claro a lo que todos nos enfrentamos???